La expatriación. Tu futuro en un lienzo blanco

La expatriación. Tu futuro en un lienzo blanco

El inicio de un blog es como una página en blanco, como un lienzo por pintar. Siempre impresiona.

A veces te quedas en blanco, con la mirada fija  en teclado, acercándote con el dedo a las teclas sin saber muy bien cual presionar primero.

Como si fuese el pincel que se acerca al lienzo, despacio, pensando donde poner esa primera impresión de color que no estropee la intensidad que tiene ese lienzo vacío.

Una sensación conocida…

Hay  momentos de nuestra vida en los que estamos ahí, esperando pintar un nuevo cuadro, continuar  dando color a nuestra vida, contar historias en las que solo nosotros somos los protagonistas…

…Y  sin embargo seguimos ahí parados, sumergidos en la intensidad del blanco, y  no sabemos por donde empezar. A veces el miedo nos invade.  Damos vueltas alrededor mientras pensamos…¿Y si no es esto realmente lo que quiero vivir?. ¿Qué pasa si me equivoco? .¿Estropearé el lienzo?. Se quedará una mancha en ese lienzo que no podré borrar y… ¡¡¡Esto marcará toda mi vida!!!

Pues probablemente ¡SI!

Cualquier experiencia que añadimos en nuestro camino te influye en tu siguiente paso, en tu siguiente decisión. Pero lo mejor es que de todas las experiencias se aprende, y aunque el resultado no sea el que esperábamos, podemos aprender y volver a intentarlo, o decidir que no es eso lo que queremos vivir y cambiarlo.

Cualquier paso nos abre nuevas puertas y nosotros, y solo nosotros decidimos cerrar otras.  Si queremos volver a abrirlas, ya sabemos donde están solo hay que volver a llamar,  quizá nos sorprenda ver que quieren compartir nuestras nuevas experiencias.

En el trabajo pasa lo mismo, a veces el miedo nos impide cambiar. Ir a un lugar nuevo, nuevos compañeros, nuevos equipos de trabajo, otra forma de trabajar y sobre todo  demostrar en tiempo record que somos capaces de estar ahí, de asumir las nuevas responsabilidades, encajar con el equipo y además aportar nuevas ideas para que el equipo mejore y llegue a conseguir los objetivos.  Nos gustaría intentarlo, ¿entonces?, ¿qué nos impide hacerlo?

La estabilidad económica y el bienestar de nuestra familia y el nuestro propio también son importantes. No saber cómo nos afectará todo esto, nos paraliza y nos impide pintar ese cuadro que nos encantaría pintar, darle color, con el que disfrutaríamos viéndolo acabado, colocado en un lugar privilegiado y con el que podríamos deleitarnos recordando cada pincelada de color que hemos puesto en él, cada vivencia.

Es maravilloso pintar nuevos cuadros que sigan contando historias, nuestras historias. Historias propias y compartidas. Historias que cuentan experiencias. Experiencias que nos  enseñan a conocernos. A conocer nuestras capacidades, a desarrollarlas. Experiencias que nos hacen crecer, avanzar.

Y sobre todo experiencias que nos hacen vivir y sentirnos vivos.

Cada obra es una nueva aventura  en la que te sumerges una vez que has dado la primera pincelada. Con el tiempo mantienes el respeto a la virginidad del lienzo pero la destreza adquirida te acompaña y lo que antes era miedo se convierte en valentía.

Acabo de dar la primera pincelada de color en este lienzo en blanco llamado blog …y solo puedo decir que  ¡me encanta pintar!

¿Y a ti?

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