Las medusas y la globalización

Las medusas y la globalización

Expatriados La Expatriacion y la Empresa

Estando este verano en una pequeña cala del Mediterraneo , uno de esos días en los que el sol brilla y se refleja en el mar como un espejo, con la temperatura y el oleaje perfectos para disfrutar de un dia de deportes náuticos,  escuchamos a unos niños que miraban atentamente el agua junto a  la orilla:
“¡Mira!, ¡¡¡una medusa!!! ¿La ves?”
A partir de ese momento, con la curiosidad innata de saber más sobre la reacción de los seres humanos hacia otras especies aparentemente peligrosas, se me planteó un fantástico escenario de estudio sobre las distintas  actitudes que  peden provocar estos invertebrados marinos.
Así que me dispuse a observar a los personajes que deambulaban por allí.
Comencé por unos niños que iban a recibir su clase windsurf, y que al conocer de la existencia de estos organismos gelatinosos, se metían aprensivos en el agua.
El trabajo del instructor fue muy efectivo.  Mientras se introducía en el agua con tranquilidad,  iba sacando las medusas cuidadosamente con una mano protegida por un guante,  y lanzándolas hacia otras zonas de agua donde no había gente. Poco a poco la cara de los niños cambió, comenzaron a relajarse y a disfrutar de la clase  adaptándose a la presencia de las medusas.
Habían cambiado su aprensión por precaución.
Otros niños las pescaban con redes y las observaban curiosos mientras las depositaban en los huecos de las rocas. Sorprendiéndose aun más cuando a medida que pasaban las horas, las medusas se evaporaban al calor del sol.
Yo, encantada de poder observar de cerca un animal que me parece fascinante por su simpleza y su resistencia a la extinción, me disponía a practicar snorkel y a nadar junto a ellas, cuando unos bañistas alarmados que no se atrevían a pasar de la orilla, velando por mi salud me avisaron de la presencia de este intimidante invertebrado.
He de confesar que sino hubiese preguntado a los autóctonos, y observado la actitud de los instructores esa mañana que con toda naturalidad se metían en el agua , y la gran capacidad de adaptación de los niños quizá me hubiese mantenido alejada del agua a pesar de mi deseo de nadar junto a este desconocido e intimidante organismo acuático.
Pero me metí, algo inquieta,  lo confieso, con mis nuevos conocimientos sobre esa especie y con la intención de nadar junto a ellas. Sin molestarnos. Solo observando.
Y simplemente: ¡disfruté!
Disfruté de verlas moverse lentas y elegantes, de estar junto a ellas, y de compartir el espacio mientras nos respetábamos mutuamente.

El éxito internacional

Querer vivir cualquier  experiencia con la intención de que sea satisfactoria, hace que nos pongamos en ACTITUD de apertura y busquemos la manera de superar nuestros miedos, solos o con la ayuda de un coach  que nos ayude a enfocarnos en nuestro objetivo de la manera más positiva posible.
El éxito de la experiencia internacional como expatriado o como profesional independiente, depende de nuestras aptitudes profesionales y en mayor medida de nuestra capacidad de adaptación a la nueva cultura.

Debido a la globalización  y A la movilidad de los trabajadores a nivel internacional, el aumento de los equipos multiculturales es un hecho. Y apostar por la inversión en la adaptación cultural como parte de la estrategia de la movilización internacional  será en poco tiempo una realidad en todas las empresas internacionales.

 

Cuándo acudir a un coach en un proceso de expatriación

Cuándo acudir a un coach en un proceso de expatriación

Expatriados La Expatriacion y la Empresa

Según los estudios realizados por distintos organismos y empresas (IESE, Price WaterHouse y EMS)  la principal causa de fracaso en un proceso de expatriación se debe a la falta de adaptación del grupo familiar al país de destino.

Las dimensiones  emocional y  familiar son las menos valoradas por la empresa a la hora de preparar un programa de expatriación  y sin embargo, son la mayor  causa de fracaso.

Según el ERC (Employee Relocation Council) el traslado de un expatriado es  3ª  causa  más estresante después de la pérdida de un ser querido y de un divorcio.

Lo que se presenta como una aventura excitante para el expatriado  puede llegar a tener un coste emocional y profesional elevado si no se gestiona de manera adecuada.

Dentro de estos procesos es normal que las compañías pongan solución a todos los trámites de logística como la mudanza, la búsqueda de casa, de colegio, contratos de luz, agua, teléfono, seguros de salud, etc.  facilitando el traslado enormemente.

Pero ¿qué pasa cuando ya estamos allí y hemos conocido nuestro nuevo entorno? 

Dominamos cosas básicas:  dónde y cómo  hacer la compra, donde está nuestro lugar  favorito, como desplazarnos, como funciona la sanidad,  donde debo llamar o ir en caso de emergencia e  incluso, donde practicar algún hobby.

Y pensamos:  ¡¡¡ ya estamos adaptados!!!

Es entonces cuando  el periodo de “enamoramiento” con el nuevo destino llega a su fin y aparecen las necesidades de cada uno de los familiares  implicados la expatriación. No solo los que están alli, sino también de los que se han quedado en el lugar de origen: la pareja, los hijos, los padres…

Las emociones se intensifican con la integración a una nueva cultura, unas costumbres diferentes, otra manera de comunicarse y a la que no siempre nos es fácil adaptarnos,  no sentir cerca a los nuestros aunque la relación se mantenga a través de las redes sociales, el teléfono  o por Internet…

Aunque sigamos las 6 claves para superar con éxito el choque cultural, dejar atrás una vida personal y laboral en un entorno conocido, a favor de una experiencia  familiar, en principio positiva,  donde el objetivo más claro es la oportunidad laboral de UNO solo de los individuos , hace que a veces,  la balanza no parezca muy equilibrada.

…Y comienzan a aparecer los problemas. 

El  expatriado  tiene que adaptarse también al nuevo puesto de trabajo.  Su  nivel de estrés aumenta mientras su rendimiento profesional disminuye  entrando en la rueda de causa- efectode la que no es fácil salir.

Y las  relaciones familiares también se ven afectadas.  Se entra en un círculo de malestar emocional familiar  que es necesario romper para poder encaminar de nuevo la situación y convertirla en una  EXPERIENCIA GRATIFICANTE  para toda la familia, donde cada uno tenga su espacio y  sus propios objetivos.

 ¿En qué puede ayudar un coach?

Es ahí ,donde el trabajo de un COACH hace que se  produzcan los cambios necesarios para reconducir la situación en el menor tiempo posible,  y mejorar la situación en los tres niveles:  profesional, de pareja y familiar.

Un coach ajeno a la empresa genera un entorno de confianza más abierto, en el que los afectados hablan de su  situación personal  con más libertad,  para  llegar a soluciones más eficaces y realistas.

 ¿Cuándo tomar la decisión de acudir a un coach?

Es fundamental saber en que momento se debe acudir a un coach para evitar  una situación de no retorno, en la que alguna de las partes haya tomado alguna de estas decisiones  de manera unilateral:

regresar al país de origen,

    – romper la relación,

    – o simplemente entrar en un estado de pasotismo en el que no se disfruta

y como consecuencia cualquier contratiempo parece insalvable.

En el momento en el que cualquiera de los integrantes de la unidad familiar:

–          se siente perdido, sin saber cual es su papel alli, habiendo dejado una vida en otro lugar,

–          se siente solo en un entorno en el que no se encuentra a gusto y no hace por integrarse,

–          en una rutina de la que no disfruta todo lo que le gustaría,

–           siente que la balanza no está equilibrada y se generan  sentimientos de culpa por uno o de  reproche por otro,

–          o al final del proceso  después de integrarse hay que enfrentarse a la nueva decisión de regresar…

Es ahí donde es conveniente pedir ayuda.  Informarse sobre ¿qué es un proceso de coaching?  y  dirigirse a un coach, para que nos ayude a enfocar la solución de la manera más realista, buscando las mejores opciones,  en el menor tiempo posible,  para  conseguir DISFRUTAR  AL MAXIMO de nuestra EXPERIENCIA INTERNACIONAL.

A veces es más fácil de lo que pensamos y pedir ayuda a un profesional es una manera muy sana de buscar la solución.

Está en nosotros saber cómo queremos vivir esta experiencia y dar el paso para buscar la solución.